Vet. Matías N. Tellado
Servicio de Oncología Veterinaria Ciudad de Buenos Aires, Argentina. 2013
PRINCIPIOS GENERALES
Las muestras obtenidas para citología permiten obtener datos de la población celular que está presente en la lesión, esto quiere decir que es necesario tomar una muestra representativa de la lesión a fin de obtener un resultado de interés. La toma de muestra debe ir acompañada de una explicación al propietario de los alcances del estudio y de los pasos a seguir una vez obtenido el diagnóstico, sea cual fuera éste, con el fin de minimizar las confusiones respecto a la interpretación diagnóstica. Es muy importante aclarar la posibilidad de aparición de resultados falsos negativos y de la necesidad de repetir una nueva toma de muestra o directamente una biopsia.
La punción no suele ser un procedimiento doloroso per se, aunque en lesiones muy inflamadas, o muestras óseas puede ser necesaria la analgesia y sedación del paciente con o sin anestesia local según el caso.
Contrario a lo que se suele sospechar, no es frecuente la aparición de complicaciones a consecuencia de la toma de muestra. Es común que se hable de una diseminación neoplásica o de una hemorragia grave secundaria a la punción pero esto no ha sido probado de forma concluyente y las hemorragias son realmente improbables.
La citología aporta datos de relevancia que permitirían programar una estrategia terapéutica fundamentada en la enfermedad en cuestión evitando procedimientos equivocados. A modo de ejemplo, ante un tumor de piel del cual se sabe de antemano por citología que se trata de un mastocitoma, se plantearía una estrategia quirúrgica completamente distinta respecto del caso de un lipoma o granuloma; incluso, se podría requerir otra herramienta terapéutica previa a la cirugía como ser la quimioterapia neoadyuvante.
En los casos particulares de neoplasias en la cavidad oral suelo indicar la biopsia para histopatología antes que la citología debido a que existen un porcentaje mayor de muestras citológicas no diagnósticas y el procedimiento de toma de muestra en ambos casos requiere de sedación o anestesia del paciente.
Los materiales necesarios son, en la mayoría de los casos, portaobjetos nuevos y limpios, jeringas de 3 o 5 ml y agujas finas, en general 21-22G (25/7 o 25/8); En casos puntuales de tomas de muestras en órganos internos de pacientes de gran porte se requieren agujas más largas como 50/8.
TOMA DE MUESTRA
En muestras superficiales como linfonódulos, lesiones de piel o subcutáneas, no es recomendable la tricotomía y la antisepsia ya que se inflama la piel y los antisépticos podrían alterar la tinción; solo se aplicaría a casos en los que existan exudados o descamación sobre la lesión que puedan hacer que se tome una muestra no representativa y con muchos detritus celulares. Para estos casos se utiliza solo solución fisiológica y gasa para la limpieza.
En la técnica de PAAF (Punción Aspiración con Aguja Fina) se sostiene la masa con una mano de forma que esta quede fija se introduce la aguja y se ejerce presión negativa con la jeringa, en general recomiendo baja presión y en forma constante, la presión puede ser mayor 7-8 ml cuando se sospeche de sarcomas, duros y adheridos a planos profundos, en los cuales cuesta obtener la muestra. Se realizaran movimientos repetidos de ingreso y egreso de la aguja pero siempre en la misma dirección, luego de esto se puede cambiar la dirección e intentar nuevos movimientos. Existe la variante PAF (Punción con Aguja Fina) en la cual se punza sosteniendo la aguja directamente con la mano o acoplada a una jeringa sin émbolo, con el solo fin de maniobrar más fácilmente la aguja y se hacen movimientos de ingreso y egreso de la aguja siempre en la misma dirección colectando la muestra en la aguja. La variante de PAF se utiliza para masas muy hemorrágicas en las que la aspiración incurriría en un sangrado que diluiría la muestra.

Se debe punzar la zona rayada, evitando la zona central, (CN) que suele ser un centro necrótico. (Tomado de Willard and Tvedten, 2004)
Al punzar dentro de cavidades corporales, se debe realizar tricotomía y antisepsia quirúrgica en la zona de punción. Se suele acompañar de estudios por imágenes en la mayoría de los casos para localizar la lesión a punzar, se suele elegir la zona o masa más accesible para la maniobra. Se recomienda a la ecografía como método de guía tanto para el tórax como el abdomen.
En el caso de órganos parenquimatosos se recomienda la punción eco guiada para identificar el órgano en cuestión. Luego se inserta una aguja acoplada a una jeringa y se realiza succión con la jeringa 3 o 4 veces y no más de 3-4 ml de vacío en la jeringa. Se debe interrumpir la succión antes de retirar la aguja de la masa u órgano soltando el embolo, para evitar el ingreso de aire que impulse a la muestra al interior de la jeringa donde ya no sería accesible. Una vez removidas la aguja y jeringa juntas, se separa la aguja de la jeringa, se aspiran 2 ml de aire dentro de la jeringa, se vuelve a acoplar y el material se expele en varios portaobjetos.
Nunca debe llenarse la jeringa con material, ni el cono de la aguja, si se detectase sangre se debe abortar la maniobra rápidamente y extender la muestra. Luego es coherente repetir otra toma de muestra.
Es menester tener cuidado en masas de pequeño tamaño, ya que es factible que involuntariamente se atraviese la masa e ingrese aire a la aguja haciendo que la muestra se introduzca en la jeringa y se pierden las células. En este caso sería necesario obtener una nueva muestra.
La toma de muestra por impronta consiste en colocar el portaobjetos sobre la lesión haciendo varios sellos o improntas. Suele recomendarse en masas sangrantes y ante masas sospechosas de ser neoplasias de células redondas, como por ejemplo TVT (Tumor Venéreo Transmisible) lavarlas previamente con solución fisiológica y secarla con una gasa a fin de no tomar una muestra francamente hemorrágica.
En el caso de una citología por hisopado como puede ser un hisopado nasal profundo o una citología de posible TVT en la vagina suele ser necesario humedecer primero el hisopo con solución fisiológica y luego tomar la muestra.
EXTENDIDOS
Una vez que la muestra fue tomada se separa la aguja de la jeringa, se aspiran 2 ml de aire dentro de la jeringa, se vuelve a acoplar y el material se expele en varios portaobjetos, cuidando que el bisel de la aguja quede hacia abajo y alineado al portaobjetos. Se pueden realizar varias repeticiones con una sola toma de muestra.
Es necesario realizar el extendido de forma delicada, en especial cuando se trata de neoplasias de células redondas, ya que en muchos casos la fragilidad de las membranas hace que se arruine la arquitectura celular dificultando el diagnóstico al límite de no hacerlo posible. Los preparados deben ser de forma ideal una mono capa de células, para lo cual el extendido debe contener poco material.
La técnica por tirado suele ser de elección aunque en el caso de los linfonódulos se puede optar por el frotis hematológico o es muy recomendable esparcir la muestra con suma delicadeza con un portaobjetos esmerilado (romo) haciendo las veces de espátula.
Si la muestra se obtuvo con un hisopo se debe hacer rodar el mismo sobre el portaobjetos repetidas veces y con delicadeza. Nunca arrastrar el hisopo sobre el vidrio ya que esto incurriría en aplastar las células y hacer que queden todas acumuladas en un punto dificultando el correcto examen citomorfológico.
Los portaobjetos ya extendidos se secan al aire y se acondicionan de forma tal que no se deteriore la muestra. (Evitar que se rayen, se rompan o se humedezcan)
Luego se procede al envío de la muestra al citopatólogo con un rótulo claro y prolijo que aporte:
1 Los datos completos del paciente y propietario.
2 Los datos de la toma de muestra, número de portaobjetos, área de evaluación, e identificación de los portaobjetos con cada descripción, antecedentes de relevancia y diagnósticos presuntivos.
3 Datos del prfesional que remite la muestra.
En mi experiencia si la citología está médicamente indicada y se le explica al propietario la pertinencia y el valor diagnóstico del estudio, no habría casos que se opongan a la realización del estudio; con lo cual los estudios no autorizados, deberían interpretarse como una deficiencia en la comunicación Profesional-Propietario.