La electroquimioterapia (EQT) es un tratamiento utilizado a nivel mundial como herramienta terapéutica en oncología veterinaria y humana, enfocado en lograr el control local de la enfermedad. El método se basa en la administración de quimioterapia ya sea por vía local o sistémica seguida de la aplicación de un campo eléctrico en el área tumoral. De esta manera se incrementa la permeabilidad de la droga unas 1000 veces en el área tratada, logrando una respuesta objetiva en aproximadamente un 80% de los casos. Si bien la EQT es un tratamiento muy efectivo para el control local de neoplasias existe un 20% de casos que no responden satisfactoriamente al tratamiento.
En estos casos, es factible que se deba a una distribución no homogénea de la droga (bleomicina en este caso) en todo el tumor cuando se la administra en forma sistémica intravenosa. La hipótesis de trabajo es que en estos casos la administración local intratumoral combinada con la sistémica intravenosa podría cubrir las áreas en las que el fármaco no logra difundir adecuadamente, mejorando la respuesta.